domingo, 18 de diciembre de 2011

CAMBIOS DE ESTACIÓN

La primavera llegó y trajo consigo adioses inmencionados. Dejaba atrás así a un invierno, que comenzó con noches en vela en las que, ataviada con batín rojo, repasaba episodios de la Guerra Fría. De vez en cuando, pausaba este quehacer para dedicarle tiempo a uno de sus últimos vicios: fumar hasta el filtro aquellos cigarros que guardaba meticulosamente en su pitillera dorada. Lo hacía en la ventana de la cocina, a la vez que buceaba en sus pensamientos. De camino a su refugio nocturno, recogía una taza que contenía té rojo con leche, en la dosis suficiente para mantenerse despierta hasta las primeras luces del alba. A la par, la nieve comenzó a teñir el paisaje de blanco y la bufanda azul eléctrico constituyó la armadura perfecta para poder salir de su búnker y deambular por las calles, que despedían a las hojas amarillo-naranjas. La Navidad entró en escena y con ella la ilusión. La cuesta de enero se convirtió en una montaña rusa de emociones. Sin embargo, poco a poco, el precio de las atracciones iba siendo más elevado y no podía costearlo. Los días iban desapareciendo del calendario y los abrigos quedaron relegados en el viejo armario que presidía su habitación. Tocaba cambiar de estación. Llegaban las incertidumbres. Las preguntas. Dejó el café y el té, sustancias estimulantes. Necesitaba esa estabilidad que llevaba tiempo anhelando. Intentó encontrarse así misma en viajes furtivos, que no hacían otra cosa que desconcertarla aún más. A pesar de que, cada vez cuestionaba más todo, no había respuestas para sus impertinencias. De repente,  el timón giró inesperadamente. Empezó a disfrutar de la nueva estación. Las noches primaverales eran las veladas propicias para jóvenes que querían vivir cada momento intensamente. Volvió a retomar la ingesta de cafeína y teína. Llegó el verano. Los rayos de sol y las historias de un viejo lobo de mar suministraron energía suficiente a sus pilas agotadas. Al fin, en el otoño, constató que las aguas habían vuelto a su calma. Tan solo percibió un leve oleaje, que lidió cómo nunca antes lo había hecho. Y a pocos días de recibir de nuevo al invierno, entendió el porqué de esos hasta luegos inexistentes.

jueves, 1 de diciembre de 2011

AL BAILAR SE ESPANTAN LOS FANTASMAS

Hace treinta años, el mundo conoció la existencia de una enfermedad que se ha convertido en una auténtica pandemia, especialmente en los países africanos.  Se trata del virus de inmunodeficiencia humano (VIH), causante del Sida, que afecta a 34 millones de personas en el mundo, y que es recordado durante este primer día del mes de diciembre con un lazo rojo. Este año, esta jornada, tiene un sabor agridulce puesto que la semana pasada, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria  anunció la cancelación de la ronda de financiación por el espaldarazo de los países donantes, entre los que se encuentra España. Esta decisión supone una mala noticia para el mundo, en general, y para los países en desarrollo, en particular, que veían como, poco a poco, descendía la incidencia de esta enfermedad en la población gracias a las campañas de prevención realizadas con este apoyo económico. Así, el sur de África, que es una de las regiones más afectadas por el VIH, será de las más castigadas por el recorte de las ayudas. El continente africano, en su conjunto, lucha no solo contra esta enfermedad sino contra el estigma que ésta produce entre sus gentes. De esta manera, este jueves, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha presentado un proyecto musical en el que han participado coros de Zimbabue, formados por pacientes de VIH. 'Positive Generation' refleja el día a día de los pacientes de VIH en África, que tienen acceso al tratamiento y que hacen su vida con total normalidad. El objetivo de la organización es que la población plante cara a la enfermedad y luche por superarse.  La música es el vehículo de comunicación elegido para trasmitir este mensaje positivo que, a buen seguro, los africanos recibirán y aplicarán.

domingo, 27 de noviembre de 2011

INSOMNIO

No quería dormir. Le daba miedo sumergirse en la abismal profundidad que suponía el sueño. Se negaba a cederle horas a la inconsciencia. Prefería aprovechar la penumbra y el silencio que dejaba la noche para seguir navegando libremente. También, para exprimir cada gota de inspiración que le brotaba, fruto de su insomnio. Los vecinos dormían, el sereno vigilaba las calles vacías e iluminadas por la suave luz que emitía una serie de farolas blancas, colocadas al borde del precipicio. Había algunos despistados que volvían apresurados a sus hogares. También, noctámbulos que no querían dejar escapar la oportunidad de ver la ciudad desde otro prisma. Existían más amigos de la noche de los que ella imaginaba. Dentro, en su morada, no se oía nada más que el 'tic tac' del reloj que recordaba, amenazante, la cuenta atrás para que la ciudad volviera a ponerse en pie. No le importaba. No quería dormir.

jueves, 17 de noviembre de 2011

NUNCA LA TRISTEZA FUE TAN BONITA

Los portales son, a menudo,  refugios de la lluvía, del frío, de la noche, del desamparo. Saludan al estudiante que regresa de viajar desde su pupitre por el mundo, acogen al trabajador que agotado llega después de finalizar su aportación diaria a la sociedad, al cartero que hace llegar mensajes que proceden de kilómetros incontables, a la familia, a los amigos, a la pareja. A la persona que deambula por la calle sin destino alguno más que aquél que sus piernas le permiten. Existen guaridas que sin quererlo se convierten en templos de culto. Hace doce años, un portal fue testigo de la última noche de un cantante o de un poeta, no sabría como definirle. Se trata del músico que más me ha transmitido y con el que más me he identificado hasta la fecha. Nunca pude escuchar sus acordes ni su voz 'in situ' pero su repertorio me ha acompañado más que muchas personas desde que supe de su existencia un día por casualidad. Sus textos eran reflejo de sus dudas, miedos, preguntas a la vida, pasión por la existencia y la confusión que ésta le generaba.  "Las canciones tristes son las más profundas", decía, y no le faltaba razón. Sus ojos se abrieron en el mismo barrio en el que vivo ahora y se cerraron en la zona que más me gusta de Madrid, tal día como hoy.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LIBROS HUÉRFANOS

Esperaba con ansia aquel momento de la tarde, que surgía de manera improvisada, y en el que la mesa de atrás era utilizada como mostrador de cientos de libros que, abandonados a su suerte, esperaban ser acogidos por ávidos lectores. Todos los presentes se levantaban como resortes de sus sillas y acudían en masa a revolver en el 'rastrillo' de historias, en busca de aquella que le evadiría de la realidad en su tiempo libre. Era lo más similar a una cadena de montaje en la que, todos los allí congregados, iban pasándose de mano en mano todos los ejemplares que desechaban. Tenían una misión en común: saciar su apetito lector. Poco a poco, cada uno iba encontrando los tesoros que reposarían en su mesita de noche y regresaba a su plaza con varios tomos bajo el brazo y con una sonrisa dibujada en su rostro.

domingo, 30 de octubre de 2011

CONTRASTES

Probablemente, aquel señor de mediana edad que se sienta todos los días debajo de las Torres Kio y que agita con fuerza un vaso con monedas para llamar la atención de los viandantes no le interese el 'rifi-rafe' que se traen los partidos políticos españoles estos días. Tampoco, a ese joven, que sin oficio ni beneficio, ha decidido desempolvar el violín de su armario para compartir sus sonidos con los usuarios del metro. También dudo que la anciana que extiende la mano y que mira fijamente a los ojos de las personas con las que se tropieza en la calle Hilarion Eslava conozca las promesas que empapan los programa políticos y que difunden los candidatos a través de mitines y ruedas de prensa. El padre de familia tiene ocupaciones más importantes como acudir todos los días a la oficina del INEM más cercana o recorrer las calles en busca de carteles con mensajes alertadores. Este viernes conocíamos el triste dato (cerca de cinco millones de parados) que daba a conocer la Encuesta de Población Activa (EPA) y en el que queda reflejado la grave crisis económica que nos afecta desde hace tres años, y que nuestros representantes no han sabido gestionar. La pobreza y desolación que inunda estos momentos en la mayoría de hogares españoles contrasta con la altanería y el derroche que está haciendo la clase política. Precisamente, esta misma semana conocíamos que los futuros diputados dispondrán de un 'iPAD' e 'iPHONE' con los que podrán 'trabajar' mejor durante la próxima legislatura. Una anécdota que se suma a la lista de gastos innecesarios, a los que nunca meten tijera, y que curiosamente todos defienden con aplomo, sean del partido y la nacionalidad que sean. Mientras el alcalde de Madrid se dedica a prohibir que las personas 'roben' comida de los cubos de basura aparcados en la calle, con una pena de 750 euros, disfruta de los servicios de un mayordomo, por un módico precio de 3.000 euros al mes, y que es sufragado por el propio Consistorio. Se trata, por tanto, de una sociedad llena de contrastes, que debemos de ir desdibujando poco a poco los ciudadanos si queremos conseguir un panorama mucho más justo.

lunes, 24 de octubre de 2011

SOBRE NOTICIAS QUE SIEMPRE QUISIMOS DAR

El pasado 20 de octubre se cumplió el sueño de muchas personas. Desde la sociedad vasca, a la que admiro, aprecio y comprendo --guardo muy buenos recuerdos de mi paso por la Universidad del País Vasco--, hasta los periodistas que anhelaban dar la noticia del fin de la violencia de ETA.  Ese día, la maquinaria informativa no paró ni un solo segundo. Por la mañana, fue la retransmisión casi en directo de la captura y, de la posterior, ejecución del exlider libio Muamar Gadafi la que dejó boquiabierto al mundo entero. Sin embargo, fue a las 19.00 horas, con el anunció del "cese definitivo de la actividad armada" por parte de ETA, cuando llegó el revuelo a las redacciones de los medios de comunicación y los ojos de los periodistas brillaron de emoción al dar la noticia soñada. Algunos acogían el anuncio con cierto escepticismo, otros confiaban plenamente en el discurso de paz. Pero, todos coincidían en que era una de las mejores informaciones que habían dado en la historia española reciente. Habían sido 42 años de imagenes sangrientas, de sonidos espeluznantes. Cuatro décadas en las que muchas víctimas inocentes murieron por la barbarie terrorrista. Por algunas de ellas, salimos a la calle a gritar, a levantar nuestras manos extendidas para pedir clemencia. A pesar de que no logramos nuestros propósitos en ese momento y derramamos lágrimas de tristeza e impotencia por la falta de compasión de los terroristas ante la vida y la juventud, conseguimos llenarnos de valentía y mostrar en público nuestra repulsa ante cualquier forma de violencia. Nos hicimos más solidarios y humanos. Desde entonces, nos hemos caído y levantado en varias ocasiones. Sin embargo, ahora, nos encontramos de pie, firmemente apoyados en las muletas de la democracia, y mirando hacia un horizonte de paz cercano. 

El recuerdo de esa jornada ha quedado plasmado en un periódico que anuncia en primera plana "El fin del terror" y que tengo guardado como oro en paño.

lunes, 19 de septiembre de 2011

ODA A LA CRISIS

Un brindis por la crisis que asola nuestro país, continente, mundo. Un 'chin chin' por el despertar de la creatividad, iniciativa y del ingenio. Alcemos nuestras copas porque con muy poco tenemos mucho. Porque hemos aprendido a improvisar, a no saber en dónde o con quién estaremos mañana. Porque hemos perdido los pocos ápices de cordura que teníamos y porque nos hemos hecho más valientes. Porque hemos descubierto habilidades ocultas y porque hemos hecho cosas que jamás habríamos pensado que haríamos.  En definitiva, porque hemos aprendido a vivir la vida.

RWANDA

Acabo de volver de este país africano. Elegí hace nueve meses destino, sin concretar que iba a conocer de este territorio. Tres meses después, deliberé que me adentraría en su historia reciente. Más bien en un capítulo de ésta. En unas páginas ensangrentadas. En un genocio al que el mundo dio la espalda. No solo eso. En un genocidio que contó con la complicidad de Occidente. Pero las heridas del pasado no hay que abrirlas. Ahora Ruanda se recupera a marchas forzadas. Hay quienes la consideran incluso como un modelo de país africano. Al igual que existen personas que te tienden la mano mientras tratas de levantarte, los microcréditos han ayudado a sus gentes a salir por su propio pie del infierno que vivieron.La voluntad que tienen los hutus y los tutsis por fumar la pipa de la paz también es ilimitada. La prueba es Studio Ijambo. Convivencia a través de las ondas. Mensajes de paz en el aire. No he deshecho aún las maletas pero ya sé que volveré.

viernes, 26 de agosto de 2011

SOBRE LA 'PRIMAVERA ÁRABE'

El año 2011 quedará grabado a fuego en la memoria de marroquíes, tunecinos, libios, sirios y yemeníes. La llamada 'primavera árabe' ha supuesto un punto de inflexión entre la conformidad y la rebeldía de un pueblo, que harto ya de tanto tiempo de dictadura y de sometimiento a las directrices de un líder, ha salido a las calles de sus países respectivos a pedir reformas constitucionales y el derrocamiento de un régimen que no ha hecho más que socavar sus derechos y libertades. Así, las consignas y las pancartas de miles de actores anónimos han provocado el derrocamiento del gobierno del expresidente tunecino Zin Al Abidin Ben Ali y del egipcio Hosni Mubarak. Asimismo, en los próximos días podremos asistir a la caída del líder libio Muamar Gadafi, que se resiste a abandonar el poder después de más de 40 años en el mismo. El espíritu reivindicativo de la  'primavera árabe' se ha propagado como onda expansiva por estos países, cuyos habitantes no han dejado de luchar por su suerte, a pesar de que en ocasiones han tenido que afrontar fuertes represiones policiales, que han dejado muertos y heridos,  y masivas detenciones. Sin olvidar el caso de la población siria que ha tenido que esquivar durante varias manifestaciones a los tanques gubernamentales que trataban de apagar sus peticiones. Solo el pueblo árabe puede ser el artífice del cambio y de la instauración de la democracia en sus propios países y la comunidad internacional no tiene más que el deber de apoyarles en los cambios que promulguen sin entrometerse en sus asuntos internos. Europa ha tomado nota de lo que estaban haciendo estos países geográficamente tan cercanos y ha salido también a la calle a exteriorizar su inconformismo ante la actuación de sus dirigentes. Así, España protagonizó, protagoniza y protagonizará una oleada de protestas de la que forman parte personas de todas las clases y edades que han tomado como bastión la madrileña Puerta del Sol y han registrado una cifra y una letra (15-M) como señas de identidad de todas estas manifestaciones. Las crisis plantean cambios y retos y aceleran la creación de movimientos sociales que impulsan la democracia en aquellas zonas en las que no existe o recuerdan su existencia en otras. Tengamos presente todos los días de nuestra vida esa consigna tan antigua y tan vigente de que "el pueblo unido, jamás será vencido".

miércoles, 24 de agosto de 2011

CREENCIAS Y FERVORES

Madrid está siendo, durante estos días, el escenario del encuentro de la 'Jornada Mundial de la Juventud', presidida por la máxima autoridad religiosa cristiana en la tierra: el Papa Benedicto XVI. Esta visita está generando mucha polémica puesto que en España muchos de sus habitantes no profesan la religión cristiana y no están de acuerdo con que el país financie ---a través de desgravaciones fiscales--- este encuentro. Una vez más la religión vuelve a ser motivo de confrontación y disputa entre gente que se declara practicante, no practicante, agnóstica y atea. Desde tiempos ancestrales, el hombre ha necesitado creer en algo o en alguien, agarrarse a un clavo ardiendo, y dar sentido a su existencia. Es muy respetable e incluso admirable ver a personas que están entregadas a una causa y que comparten sentimientos y vivencias. El problema viene cuando no se respeta al que sigue a otros líderes espirituales o al que simplemente no cree: al ciudadano que no tiene entre sus inquietudes seguir las directrices de un 'guru' y que simplemente quiere vivir su vida en base a sus propios patrones. Esas personas deben de ser igualmente respetadas y entendidas también. Tal y como decía el expresidente norteamericano Bill Clinton, "poseemos en este país la mayor libertad religiosa en el mundo, incluyendo la libertad de no creer”, pues debemos de ser consecuentes con este principio y garantizar que toda la sociedad disfrute de todos sus derechos y libertades.

LOS OJOS DE LA GUERRA

'Los ojos de la guerra' es el título de un libro en el que se rinde homenaje a uno de los muchos testigos de conflictos armados, que poco o nada interesan al ciudadano de a pie. Este documento, que desempolvaré durante los próximos días, ha caído en mis manos fruto del azar durante un curso que he realizado la semana pasada, y que me ha reinyectado la ilusión por el auténtico periodismo, aquel que denuncia las injusticias sociales y que desenmascara los poderes e intereses que tienen los diferentes actores mundiales.

Las verdaderas causas de los conflictos actuales y las historias que transcurren de fondo son desconocidas para la mayoría de las personas. Historias como la de Sofía, que camina sin prisa pero sin pausa por los parajes mozambiqueños gracias a sus piernas ortopédicas. A pesar de que una mina antipersona se interpuso en su camino cuando era casi una niña, la fuerza y las ansias de superación de esta africana han quedado reflejadas en varias instantáneas del periodista Gervasio Sánchez, que forman parte ya de su obra 'Vidas minadas'. 

De esta manera, la fotografía, al igual que la literatura, puede ser un buen soporte en el queden plasmados los horrores que dejan las guerras en las que "el hombre sigue siendo un lobo para el hombre" y el antes y el después de las víctimas de estos juegos maléficos que tienen como objetivo el cambio de poder. Dice Sánchez que "la guerra no se puede contar"; es cierto, al igual que otras experiencias hay que vivirlas para comprenderlas pero sí que se puede aproximar al ciudadano a esas realidades tan lejanas y desconocidas para que conozca lo hostil que puede llegar a ser el ser humano con su semejante. 

Una manera fría y autómata de actuar como la de los niños soldado que, después de presenciar la muerte de sus seres más queridos, a los cuales, incluso, tienen que sacrificar en ocasiones ellos mismos para poder mantenerse con vida, aprietan el gatillo sin miramientos y acaban con la vida de muchos compatriotas sin tan siquiera saber por qué. La reinserción de estos menores en la sociedad sierra leonesa es posible gracias a la dedicación y al sacrificio del misionero Chema Cabal,  cuyo trabajo inspira a otras personas a hacer lo mismo en otras partes del mundo y puede conocerse también en otro de los libros del fotoperiodista. Entre granadas, camillas, emboscadas y heridos se esconden muchos 'testigos del olvido' de conflictos armados. Su labor es aplaudida y reconocida por muchas personas anónimas como esta servidora.  

EN EL UMBRAL DE UN MUNDO IMAGINARIO

Era una mañana de noviembre, aparentemente como otra cualquiera. Los últimos rayos de sol se resistían a despedirse. Las cortinas blanco roto de aquella habitación luminosa bailaban un twist, mientras la cafetera silbaba sin rechistar en la cocina. El último noticiario de las ocho se colaba por toda la casa: el paro y algo relacionado con unas elecciones en Costa de Marfil entraban por un oído y salían por el otro. A la par, unos dedos largos coronados por unas uñas rojo mate se abalanzaban de manera autómata hacia el recipiente de metal. Bebió de un sorbo el elixir negro de la vida y decidió atravesar la barrera que separaba el mundo real del de mentira. Al principio, todo parecía estar en su sitio: la cama revuelta tras una noche en la que buscó refugio en cantinas abandonadas en las que, tiempo atrás, poetas y músicos encontraron una fuente de inspiración entre sorbos de cerveza, caladas de cigarro y reflexiones sobre el sentido de la vida. De repente, el ambiente le pareció algo confuso. Dejó de reconocer la mesa del comedor que tantas veces había sido testigo de sus comidas en solitario. Las vistas que se deslumbraban desde la gran cristalera del salón parecían más que la ventana al mundo exterior, un cuadro de Renoir. Sin darse cuenta, dejó de tener los mandos de control de si mismo, sintiéndose como un mero espectador que observaba como actores daban vida a personajes trasnochados en una sala de teatro de la Latina. Decidió describir estas nuevas sensaciones a través del hilo telefónico. El sonido incesable de varios tonos, le hizo presagiar que nadie iba a ser testigo de su nueva experiencia. De repente, alguien descolgó el aparato y caminó de la mano por el nuevo mundo que había creado. La voz del interlocutor le pareció lejana. En tiempo y lugar. No obstante, decidió hacer lo que mejor sabía: contar historias. Cuando decidió apagar el inalámbrico, sintió temor, demasiado, no encontraba razón alguna para albergar esta emoción. Se dio cuenta que, más que miedo a morir o a perder los pocos ápices de cordura que le quedaban, tenía pánico a vivir, a tener que soportar una existencia monótona, lineal, sin sobresaltos, sin emociones fuertes, esas que te devuelven la pasión por la vida y que hacen que la existencia cobre sentido. Ese miedo se disfrazó en una señora que, guadaña en mano, acechaba lentamente y amenazaba con paralizar cada hora, cada minuto, cada segundo de su vida. Trató de buscar refugio. Sus piernas, escondidas bajo unos 'jeans' oscuros, desfilaron hasta la cocina, parándose en seco ante la nevera blanca, algo descascarillada por el paso del tiempo. Inconscientemente abrió la caja de pandora y encontró una tarta de queso, fría y prefabricada, que se desmigaba en su boca y que golpeó su estomago emulando la caída del ave Fénix. Intentó dormir o despertarse, realmente no estaba seguro. Decidió trasladarse con su imaginación hacia un paisaje de su infancia que le transmitía la calma que tanto anhelaba. Un arenal que homenajeaba a un mar tranquilo, centinela del tiempo, que no tenía otra misión que ver la vida pasar. Pareció encontrar algo de consuelo en ese mirador lejano. Le valió ese instante para darse cuenta de que ya no era el mismo. No acertó a describir qué es lo que le había cambiado. Necesitó cien mañanas con sus consecutivas noches. El sueño nocturno, que le alejaba de los peligros que aparecían nada más levantar las persianas, fue el mejor reparador. El camino que recorrió durante esos cien días le llevó de nuevo al mismo punto que al principio, topándose con la inconsciencia y con la puerta que le permitía cruzar de nuevo hacia el mundo de mentira.

PALABRAS


Necesarias. Construyen frases que aclaran, cuestionan, describen, explican, matizan. Utilizadas por escritores, lectores compulsivos, narradores, periodistas, refraneros. Todo un arte el de jugar a combinarlas. Un homenaje a esta 'palabra' que comienza HOY.