miércoles, 24 de agosto de 2016

HASTA DOS AÑOS DE GARANTÍA TRAS LA COMPRA DE UN BIEN DE CONSUMO

La ley española en este campo ampara al consumidor, quien no tiene que demostrar el fallo de un producto durante los seis primeros meses que siguen a su adquisición

Adquirir productos de cualquier tipo de naturaleza forma parte de nuestra vida cotidiana y en sociedad. Las compras son una práctica habitual en cualquier época del año, que crecen de manera exponencial durante la campaña de Navidad o el periodo de rebajas. Tener la necesidad o las ganas de acercarse a un establecimiento con el objetivo de comprar es la puerta de entrada; conseguir el bien, la meta pero, ¿qué pasa cuando el producto soñado no se aproxima al ideal o se estropea a la mínima?

La ley de garantías en la venta de bienes de consumo en España ampara al comprador hasta dos años, por lo general, después de la adquisición de un artículo, un plazo que se reduce a la mitad, siempre que el producto sea de segunda mano.

Volviendo al primer supuesto, y en el caso de que el consumidor observe, durante los seis primeros meses tras la adquisición del producto, de que éste no llega a los estándares prometidos, debido, por ejemplo, a un mal funcionamiento, se exime al comprador el tener que demostrar la causa del fallo. Y es que en este caso se presupone  que el problema viene de fábrica. 

Las circunstancias cambian y se complican cuando se deja atrás el sexto mes, ya que entonces el consumidor, en caso de no estar conforme con el producto, tiene que demostrar por qué no funciona correctamente.

Por otra parte, en el caso de que los productos adquiridos sean de segunda mano, la garantía será mínima de un año, aunque vendedor y comprador podrán pactar una protección más amplia, que supere este plazo.

LA REPARACIÓN ES GRATUITA

Otro de los puntos contemplados en la ley española de garantías en la venta de bienes de consumo es que una vez que el consumidor compruebe que el artículo comprado no se ajusta a lo prometido en el establecimiento o en las instrucciones del propio producto puede dirigirse al lugar donde lo adquirió y comentarle la situación al vendedor, quien debe contestar directamente su petición. No obstante, y en el caso de que al comprador le sea complicado acudir presencialmente, podrá reclamar directamente  al fabricante.

El comprador tiene la llave en cualquier caso de la solución que quiere dar al problema generado a raíz del mal funcionamiento del producto adquirido. De este modo, puede elegir entre reparación, sustitución por un artículo semejante o devolución del dinero invertido en el producto.

En el caso de que se decante por la primera opción, la de la reparación del artículo malogrado, ésta no supondrá desembolso alguno por parte del consumidor.

Otro aspecto a tener en cuenta y que no debe olvidar el consumidor es que, en el caso de observar alguna anomalía en el producto comprado y no conservar el embalaje, también tiene que obtener una solución a su problema.

GARANTÍAS A GOLPE DE CLICK

Por otro lado, durante los últimos años, los hábitos de consumo se han transformado, en parte por la incursión de las nuevas tecnologías en nuestras vidas. Así, una tradicional tarde de tiendas se ha visto sustituida, con el paso del tiempo, por la adquisición de accesorios, electrodomésticos o perfumes a través de las diferentes tiendas online para las que solo hace falta tiempo, una buena conexión a Internet y la tarjeta de crédito.

Pese a que esta modalidad de compra es más desconocida que la convencional, el consumidor debe tener claro que las garantías siempre son las mismas. De este modo, el plazo es exactamente igual que si fuese en una tienda física: dos años tras la adquisición del bien de consumo.

De la misma manera, si el producto saliera defectuoso, el comprador tiene la posibilidad de que se lo arreglen, sustituyan por otro semejante u obtener el dinero invertido en él.

Al igual que en un comercio convencional se obtiene un ticket que prueba la transacción, en las compras virtuales, el vendedor tiene la obligación de enviar un acuse de recibo o una confirmación con la cual se puede reclamar en caso de no estar satisfecho con el producto, tal y como informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Otro aspecto que aún es desconocido por la mayoría de los asiduos a este tipo de compras es que una vez que el consumidor recibe el producto tiene hasta 14 días para devolverlo sin tener que pagar coste alguno por la devolución.

EN REBAJAS SIGUEN LAS GARANTÍAS

Por otro lado, en época de rebajas, algunos consumidores tienen dudas sobre si varía la protección habitual de sus compras. La respuesta es no. El plazo de dos años de garantía tras adquirir un producto es el mismo estén o no este los artículos rebajados.

De la misma manera, si observa alguna irregularidad o ve que el producto está defectuoso, tiene la posibilidad de arreglarlo, cambiarlo u obtener el dinero invertido.

ASTORGA: DE CAMPAMENTO ROMANO A CAPITAL DE DIÓCESIS

Hace tan solo unos meses, 'aterricé' por primera vez en Astorga, la conocida, por algunos, como la capital de la Maragatería, situada en la provincia de León. Llegué de noche y nada más adentrarme en el centro de esta localidad, conformada por más de 11.500 habitantes, mis ojos se iluminaron de repente al ver la primera postal que me regalaba el lugar: aquella en la que aparecían en un mismo plano la Catedral y el maravilloso Palacio Episcopal de Gaudí que, junto a la Casa Botines (León) y El Capricho (Cantabria), supone una de las pocas joyas del arquitecto fuera de Cataluña. 

La obra de Gaudi se inspira en el periodo Gótico Medieval y traslada, con la imaginación, a un cuento, del que el visitante no quiere que acabe nunca. Por su parte, la Catedral, con una mezcla de estilos (bárroco, gótico y renacentista), se acomoda a su lado para regalar su belleza a todo el viandante que se le aproxime.

La historia de Astorga da para escribir una importante colección de libros. Y es que, nacida como campamento romano a finales del siglo I antes de Cristo, experimentó una importante evolución que la llevó a coronarse como sede episcopal allá por el siglo III. De este modo, la religión juega un importante papel aquí y, prueba de ello, son los numerosos templos dedicados al culto que se pueden encontrar (Santa Marta, San Bartolomé, Puerta del Rey... ). Por su parte, de aquellos tiempos imperiales aún quedan huellas en la ciudad, como las cloacas, el foso, puente y las termas. 

Otro aspecto que hace volver a llevar la atención a Astorga es su situación estratégica en el Camino de Santiago. Se trata de una parada obligatoria dentro de las etapas que conforman el Camino Francés y que atrae, cada año, a innumerables peregrinos venidos de todas partes del mundo. 

'DEL COMER Y DEL BEBER'

Astorga presume además de que todo aquel que la visita se va saciado en lo que al aspecto gastronómico se refiere. Su plato principal, el cocido maragato, surgió para dotar de toda la energía posible a los trabajadores del campo y llama la atención, no por su composición, sino por el orden en el que se sirven todos sus elementos. De este modo, en primer lugar, se ofrece una importante variedad de carne (chorizo, gallina, oreja de cerdo...) para luego pasar a los garbanzos y el repollo y finalizar con la sopa.

Además de este plato salado, la capital de la maragatería también cuenta con un importante surtido para los más golosos. Sus hojaldres y mantecadas hacen las delicias de los más exigentes, quienes pueden acompañar este homenaje al cuerpo con una buena taza de chocolate, fabricado en esta zona de España. Además, si se quiere ahondar en los orígenes y el proceso de elaboración de este manjar, se puede acudir al Museo del Chocolate, en una visita que no dejará a nadie indiferente. 

En los alrededores de Astorga, se encuentran los conocidos como pueblos maragatos, cuya visita también está recomendada. Entre ellos, se encuentra Castrillo de Los Polvazares, situado a 7 kilómetros. El pueblo, de una belleza sin precedentes, se detiene en el tiempo para mostrar sus caminos empedrados y sus fascinantes casas, las cuales presumen del contraste entre su construcción de piedra y el colorido de sus ventanas y puertas. 

'IMPRESIONES' DE LEÓN

Saliendo de esta zona y con ansias de conocer más lugares de esta provincia, está León, su capital. De este modo, a tan solo 50 kilómetros de Astorga, se puede disfrutar de más bellezas arquitectónicas, como la Catedral, de estilo gótico, y memorable por sus hermosas vidrieras de colores; la Casa de Botines, obra mencionada anteriormente; el Parador de San Marcos y la Colegiata de San Isidoro. 

Con sus casi 130.000 habitantes, León se reafirma como una de las ciudades en las que residir sin perder calidad de vida en el intento. Y es que no hace falta dar muchos pasos para tropezarse con joyas arquitectónicas, conocidas tiendas u otro tipo de servicios. 

Además, si por algo atrapa esta capital es por las abundantes tapas con las que los propietarios del Barrio Húmedo y Romántico agasajan a todo aquel que cruce el umbral de sus bares con el solo propósito de pedir una cerveza o vino. Hablando de este último, una recomendación para todo aquel que visite la ciudad: pidan una copa de Impresiones, un vino semidulce de la tierra, y cuando la caten, brinden por una servidora. 


Esta entrada se la dedico a 'mi chico' y a todos mis amigos de León ;-)