jueves, 19 de abril de 2012

SENTIDO DE LA EQUIDAD

Hay días en los que una amanece guerrera y quiere comerse el mundo en bocados gigantes. Abre las puertas de su casa y sale como cohete disparada hacía la calle. Las ganas de conseguir un mundo justo van impregnadas en su ropa.  Ya en el exterior, a tan solo unos pasos, da cuenta de personas que la miran fijamente a sus ojos, tal y como hacen las personas valientes y que no tienen nada que perder, suplicando empatía. La injusticia de un mundo, en el que la brecha entre ricos y pobres cada día es más grande, les ha llevado a buscar en la calle aliados y a valerse de destrezas con las que sumar un día más a sus vidas. Entonces, llega a su oficina, y se conecta a un mapamundi de informaciones de diversa índole, a la vez que intenta mostrar una actitud asertiva con la que alejarse de la agresividad, que genera el saber que el mundo está del revés. No hace falta desplazarse a otro país o continente para darse cuenta de que las cosas no funcionan correctamente. Basta con echar un vistazo a su alrededor para ver sillas vacías que, una vez, fueron ocupadas por personas comprometidas. No obstante, y a pesar de que no "corran buenos tiempos para los soñadores", siente más que nunca que la conciencia y el sentido de la justicia son las mejoras armas con la que recorrer un camino plagado de obstáculos. Sabe que esta filosofía de vida no es la más fácil, sin embargo, cree que es la más auténtica y, eso, es lo importante. 

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