sábado, 27 de diciembre de 2014

'CASA GELÍN': UN OASIS ASTURIANO EN CHAMBERÍ

Situada en la calle Alonso Cano (22), en el barrio madrileño de Chamberí, 'Casa Gelín' pretende ser un oasis para la comunidad asturiana afincada en Madrid, y por qué no, también para el resto de comensales procedentes de cualquier parte de la geografía que deseen adentrarse en la gastronomía característica de esta región del norte de España.

A escasa distancia de la parada de metro Alonso Cano (línea 7), se encuentra este local, propiedad de Ángel, un ovetense, quien ha ido transformando con el paso de los años su establecimiento hasta convertirlo en una sidrería asturiana. Por ejemplo, antes de rebautizarse en el restaurante que es ahora, el recinto era una cosmopolita taberna irlandesa que servía de punto de encuentro para aquellos que querían evadirse de la realidad con la ingesta de cervezas variadas, al compás de música anglosajona.

Con el tiempo, los barriles de cerveza dieron paso a los escanciadores y, pese a que la bebida dorada siguió siendo la favorita del local, tuvo una fuerte competidora: la sidra. Del mismo modo, los motivos irlandeses que salpicaban las paredes fueron sustituidos por cuadros de hórreos, que trasladan al comensal al norte de España. Es más, en ocasiones, éste tiene la sensación de encontrarse resguardado en una cabaña norteña más que en un restaurante en pleno centro de Madrid.

Ángel supo reinventarse y, gracias al apoyo de sus seres queridos y su habilidad en los fogones, colgó la bandera azul con la cruz amarilla del mástil de su buque insignia, y comenzó a elaborar platos típicos asturianos. Así, sus días transcurren entre ollas de cuya erupción resulta fabada, fabes con almejas o sopa castellana, y escanciadores. Otras especialidades asturianas que elabora son salmón a la plancha, pollo asado a la sidra, cachopo al cabrales o trucha a la plancha.

Los platos son regados con la sidra bien escanciada por sus empleadas, formadas por el propio Ángel. Además, los más osados que acudan al local pueden manejar la batuta de esta tradición norteña.

Entre semana existe un menú al mediodía definido por un primero y segundo (a elegir cada uno entre cinco platos), pan, bebida, postre o café, que ronda los 9,5 euros (no se admite el pago con tarjeta). El fin de semana, su precio asciende a 11.

Por la noche, no hay menú pero el comensal cuenta con ensaladas variadas: de ventresca, pollo o pimiento y atún, cuyo precio medio es de 10 euros, y/o canapés (salmón, trucha, bacalao, anchoas, cecina o chorizo ibérico), cuya unidad ronda los 3. Existen también raciones que van desde el chorizo asturiano, queso cabrales hasta el jamón de bellota. La mayoría de los productos son traídos exclusivamente de Asturias.

Por su parte, los que prefieran trasnochar y decidan acudir al local durante la madrugada pueden disfrutar de buena música al calor de copas y sidras hasta la una de la mañana (de lunes a jueves) o hasta las cuatro (viernes y sábado). El establecimiento está abierto todos los días desde la una de la tarde, y los domingos solo abre para servir comidas (de una a cinco de la tarde).

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